Villanova

La vía Cal Busa nos  lleva a la entrada de Villanova, que lo atravesamos por la vía homónima. He de advertir, que todos los caseríos de Val d’Oca anteponen Case al nombre de esas pequeñas localidades vitícolas, que una vez fueron grandes haciendas. Desde Villanova, puede verse Ponteggio. En una ventana abierta, dos hermanos nos saludan al pasar, y la abuela, que se reposa después de haber trabajado en el huerto, nos regala una sonrisa. Villanova es un conjunto de granjas vestidas de piedras y ladrillos. En los muros interiores dando a los patios, cuelgan mazorcas de maíz. Decoración o proceso de secado?, y me quedo con la duda. El caserío dispone de un oratorio, Margherita, fundado en el siglo XIII, del que solo queda la placa que lo atestigua, y que fue de nuevo levantado ocho siglos más tarde. De factura simple, nave única y una espadaña con dos campanas en el interior de los arcos levantados a ladrillo. El valle a veces se convierte en un laberinto de caminos y callejuelas que enlazan las viejas haciendas. Miro, descubro, me pierdo, y vuelvo a descubrir un planeta verde donde vive y respira la vid. ©VCAweg2012