Pedaleando durante un kilómetro por Roccat e
Ferrari, llegamos a Saccol. El oratorio San Gottardo nos da la bienvenida con
la tristeza amarillenta de sus muros. Hemos dado una vuelta enorme para llegar
a Saccol. La trama rural lo impone. Saccol es un confeti. Delante de nosotros
una pared con nueve ventanas, las contraventanas cerradas. Un nicho con un
ángel y una virgen a su lado. Debajo, mirando flechas en todas direcciones,
nosotros. El ángel preocupado, mirándonos desde su nicho. Vía Consumina, se le
oyó decir al ángel. Consumina, repetí yo y el lieutenant me siguió. Este camino
nos lleva a la antigua Hacienda Piovine, el camino toma el nombre del dominio
vitícola y nos lleva a San Giovanni. Sigue la vendimia. Los jornaleros son
rumanos. ©VCAweg2012
lundi 17 septembre 2012
Saccol
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