lundi 17 septembre 2012

San Vito (los tres santos de la parroquial)

 

Cuando el término caserío nos viene a la mente, nuestra imaginación vuela a un crucero de carretera donde se agolpan cuatro, seis, u ocho casas. Entonces realizo que San Vito no es un caserío, es un pueblo chico. Subiendo por una cuesta a la izquierda de la Garibaldi, la iglesia parroquial de San Vito, Modesto y Crescencia, de estilo renacentista-palladiano, con toques neoclásicos. La fachada es admirable por su doble pendiente. Pilastras de orden dórico se encargan de sostener el frontispicio y las pendientes laterales, y cuyo friso se compone de metopas y triglifos. Cosa rara, la parroquial estaba abierta, y la curiosidad nos empujó a entrar, lo que me permitió conocer a San Vito, esculpido por Egidio Caldana en el siglo XX. Un templo luminoso, bien cuidado, el Sagrado Corazón de Jesús pintado en el techo abovedado del presbiterio. La torre campanario, con su estructura típica de base ancha que adelgaza a medida que busca el cielo, es una de las más hermosas que durante el camino he visto. A las agujas del reloj les faltaba poco para marcar las tres de la tarde. ©VCAweg2012

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