Al pie de un monte bajo boscoso, otro caserío, con
casas que en algún momento de la historia local tuvieron cierta importancia.
Una de ellas muestra en la fachada, un blasón y puede distinguirse una cruz.
Ciertamente, si continuamos por la Viale, llegamos al Santuario de los Santos Víctor
y Corona. Aunque parezca complicado, estamos rodando por la vieja calzada
romana, entre los montes Miesna y Tomatico, parajes donde se yergue el
Santuario, uno de los sitios sagrados a lo largo de la VCA. Me detuve frente a
un afiche informativo y pude al fin saber que Corona, fue una mártir de la
época en la que los cristianos eran perseguidos. En la bifurcación, tornamos a
la derecha (Borgo la Presidenza) y volvimos a perdernos. Ni un alma a quién
preguntar en la Osteria alla Croda. Seguimos y poco más adelante, un paisano
detuvo su tractor y nos explicó lo enrevesado del lugar y de evitar La Chiusa,
una vía poco aconsejable para los ciclistas. En lo alto de la roca, el
Santuario nos parecía casi inaccesible, lo fuimos contorneando hasta el término
del camino nombrado “del Dazio Vecchio”. ©VCAweg2012
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