La Madonna di Caravaggio en San Vito

De vuelta a la Garibaldi, un antiguo palacio acapara la vista. El edificio no es otra cosa que las villas venecianas construidas en el XIX. Las letras VB están inscritas en un medallón en el centro del frontispicio, un hotel quizás, pensé. La villa (V) perteneció a la familia Barbon Bennicelli.  A medida que avanzamos el viejo San Vito va siendo remplazado por nuevas construcciones domésticas. Chalets y mansiones periurbanas rodeadas de viñedos, hermosas uvas de mesa colgando hasta el suelo por el peso. De este lado, San Vito tiene en su calle principal un Santuario consagrado a la Madonna di Caravaggio. Un edificio sorprendente, como un modesto Partenón en un pueblito trevisano, envuelto por cuidadas viñas. La sombra tierna de un enorme ciprés me permite disfrutar del edificio cuyo frente es un alto soportal neoclásico que sostiene al frontispicio, y éste a su vez descansa sobre ocho columnas. Al soportal se accede tanto por el frente como por sus dos laterales. La leyenda cuenta que la Virgen apareció en mayo de 1432 (sesenta años antes de que Cristóbal Colón apareciera por las costas orientales de Cuba!), en un campo en las inmediaciones de Caravaggio, en Lombardia. Este santuario pueblerino, pone fin al descubrimiento de San Vito, que al término oficial, da paso a Funer, que pudiera ser un barrio exterior del pueblo, o bien la antesala de Valdobiaddene. ©VCAweg2012