mardi 11 septembre 2012
Zams / Landeck
Les ruines du château de Kronburg (Zams)
Primero fortaleza en tiempos del duque Leopoldo III,
capilla, más tarde iglesia de peregrinación, con el tiempo, un monasterio al
lado de la iglesia, hoy las inquilinas son monjas caritativas. Pleitesía,
compras, ventas y prohibiciones son el resumen de siglos en este paraje del
Tirol. Creo que es mucho más hermoso ver el castillo desde abajo, e imaginar el
revolotear de los murciélagos buscando sitio entre las piedras. Kronburg dista
tres kilómetros de Zams, pueblo al que llegaremos
por el camino paralelo al Inn. ©VCAweg2012
Schönwies
Mils-Au
De Brennbichl a Mils
El “verkauf verleih reparatur” encontrado en la
Langgasse estaba casi a la salida de Imst, lo que nos permitió enlazar con la
ruta que atraviesa Brennbichl, barrio periférico de la ciudad, mitad rural
mitad industrioso y que da acceso a la A12. El camino para ciclistas va
paralelo al Pigerbach, un afluente del Inn. El turbulento Inn será a partir de
Brennbichl, como una brújula que irá marcando cada vuelta de las ruedas de
nuestros ciclos. El Inn a nuestra izquierda, a la derecha la autopista y la
franja industrial del sur de Imst. Al poco rato, olvidamos el ruido incesante
de la autopista y volvimos a deleitarnos con ese paisaje montañoso que hace
sorpendente el Tirol austriaco. ©VCAweg2012
Imst
El título de ciudad le fue otorgado en 1898, sin
embargo, desde 1282 le fue concedida la licencia de mercadeo. Su heráldica hace
honor a la bandera austriaca y al estandarte tirolés, ambos pintados en una
pared de la torre, que no es torre campanario, porque la campana tiene su lugar
encima del techo cubierto de pizarra, sobre el edificio de la sacristía.
Mientras pedaleábamos, iba imaginando Imst como si volviera allí una segunda
vez. La imaginación va más de prisa que nuestra propia sombra. Y es que
precisábamos encontrar un taller de reparación de bicicletas, y yo veía
talleres a izquierda y derecha. Imst tiene sus calles empinadas, y por ellas
fuimos subiendo y sufriendo del calor septembrino. Remontamos la Pfarrgasse.
Más adelante descubrimos la Johanneskirche, y en un recodo, la estatua de un
santo con un cordero echado sobre sus hombros, me pregunto cuál santo será, y
solo me viene a la memoria que el cordero es un símbolo cristiano, legendario
desde el primer siglo. Dejando atrás el centro, las calles se animan, el sol
comienza a quemar, los comercios reabren, y por fin nos tropezamos el taller de
reparación de bicicletas, que será, mientras la Gitane se hace vestir una nueva
parrilla, el reposo que necesitábamos. ©VCAweg2012
Dormitz, Strad y Tarrenz
Nassereith
En un camino como la VCA, seis
kilómetros pasan casi volando. En Nassereith volveremos a tropezarnos con el
ciclista solitario que hemos encontrado en la cornisa que bordea el
Fersteinsee. De hecho, no es americano, es canadiense, y es que al escribir la
crónica entre fatiga y somnolencia, situé al ciclista en los confines de la
bandera estrellada y no en Vancouver! Poco importa, conociéndome poco nacionalista,
me creo que lo somos del mundo, y basta! Nassereith presume de bonitas
mansiones donde cohabitan tradición y modernidad. Techos a dos aguas, balcones
floridos, el toque discreto de un fresco sobre la fachada y ese banco en madera
que empuja al reposo y a la contemplación. Nassereith, a 843 metros de altura,
con su iglesia parroquial de los Tres Reyes y gente amable queriendo ayudarnos
a encontrar la buena dirección. La torre de la parroquial luce un doble bulbo,
y entre ambos, el campanario simple. Dos vírgenes nos llaman poderosamente la
atención, las dos descalzas sobre una hipotética bola azul, -el mundo azul?,
las dos protegidas de eventuales inclemencias del tiempo, -el tiempo detenido?,
quizás, por la expresión de sus rostros, por la desenvoltura de una los brazos
cruzados sobre el pecho o por la ternura de la otra cargando al Niño Jesús. Torre
e iglesia, pintadas de un rosa pastel y ornadas con molduras de trazos
lineales. Al mirar atrás, la torre emerge de entre los techos del pueblo. Atrás
van quedando esas casonas tirolesas que en estilo emulan con las casonas
bávaras. Delante el camino se nos abre a otros pueblos y horizontes… ©VCAweg2012
Schloss Ferstein
Sendero entre Ferstein y Nassereith
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