El título de ciudad le fue otorgado en 1898, sin
embargo, desde 1282 le fue concedida la licencia de mercadeo. Su heráldica hace
honor a la bandera austriaca y al estandarte tirolés, ambos pintados en una
pared de la torre, que no es torre campanario, porque la campana tiene su lugar
encima del techo cubierto de pizarra, sobre el edificio de la sacristía.
Mientras pedaleábamos, iba imaginando Imst como si volviera allí una segunda
vez. La imaginación va más de prisa que nuestra propia sombra. Y es que
precisábamos encontrar un taller de reparación de bicicletas, y yo veía
talleres a izquierda y derecha. Imst tiene sus calles empinadas, y por ellas
fuimos subiendo y sufriendo del calor septembrino. Remontamos la Pfarrgasse.
Más adelante descubrimos la Johanneskirche, y en un recodo, la estatua de un
santo con un cordero echado sobre sus hombros, me pregunto cuál santo será, y
solo me viene a la memoria que el cordero es un símbolo cristiano, legendario
desde el primer siglo. Dejando atrás el centro, las calles se animan, el sol
comienza a quemar, los comercios reabren, y por fin nos tropezamos el taller de
reparación de bicicletas, que será, mientras la Gitane se hace vestir una nueva
parrilla, el reposo que necesitábamos. ©VCAweg2012
mardi 11 septembre 2012
Imst
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