...en estos parajes donde el verde engarza al verde, y es estimulado el color por la humedad que transmite el río, canal o torrente. Silencio verde, donde la
humedad es multiplicada por los olores, olores esparcidos por brisas regaladas por
los montes, unas veces vestidos de otros verdes virtuosos, y verdes
envejecidos. Otras veces enseñándonos con orgullo el corazón de sus rocas, verdes
minerales como venas escurriéndose en la tierra arañada por la rabia de la
soledad, sin temor al silencio. Silencio verde acariciado por la desolación, la
huida, el desamparo. Silencio gris verdoso que respira un caserío abandonado, las almas
merodeando, ni tan siquiera molestando al silencio con el aleteo. ©VCAweg2012
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