Arsiè, otro pueblo volcado a la emigración, en su mayoría
hacia Argentina, Brasil, Estados Unidos y más tarde hacia otros sitios de Europa y
hacia dos ciudades italianas: Milán y Turín. A la entrada del pueblo, un
mausoleo de estilo neoclásico, recuerda a la familia Padovan, y allí
precisamente comienza la vía Dante Alighieri. No hay que temer al infierno si
nunca se ha entrado a él. Felizmente, para llegar al centro del pueblo lo
hacemos por la calle Roma, y a Roma se llega por cualquier camino. Pero
buscamos el centro de Arsiè. Vetustos inmuebles respirando una pobreza gris
donde se confunden las antenas parabólicas con cubiertas musgosas. Pobreza
rimando con limpieza. Un pueblo donde difícilmente encuentres una cerilla
tirada al suelo. El centro de Arsiè respira renovación. El ayuntamiento,
situado en la plaza San Marco, es un edificio esbelto con una fachada entre dos
torres y ventanas imitando el renacimiento italiano. ©VCAweg2012
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