STOP. Un mot d’ordre : DEVIAZIONE. Y fue siguiendo
la desviación, que entramos en el dominio de una reserva natural. Fontanazzo.
Sin mucho chichí, pero todo natural. No hay prohibiciones, el visitante, los
ciclistas, las familias, saben (como lo supimos nosotros) que entran en un
sitio de importancia comunitaria, en una zona de protección especial. Basta
mirar los estanques, los canales recreados para llevar el agua a parcelas donde
viven, nidan, se detienen, pasan e hivernan diversidad de pájaros y otros
animales. La fauna de peces es impresionante. Y la cordialidad de los
visitantes, ni hablar. Y en esa cordialidad compartimos mesa y pique-nique con
una familia de Grigno, incluido el perro ! Al término de la pausa
ecológica, volvimos a nuestra pista y cruzamos el torrente Grigno, justo donde
éste se echa al Brenta. ©VCAweg2012
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