mardi 18 septembre 2012

San Rocco



La tercera vuelta, fue el “départ” de Moriago. La víspera, en la segunda vuelta, descubrimos la capilla San Rocco, y como habitualmente pedaleamos un poco antes de dejar el lugar donde pernoctamos, quise comenzar la etapa de este martes 18 de septiembre, con una pausa en la capilla consagrada al santo. La capilla, es pequeña y de factura modesta, y tiene por demás un encanto particular, que quizás sea el matrimonio de la arquitectura con la talla humana. Los edificios religiosos, a veces desmesurados, por un lado impresionan, y por otro, achican por su gigantismo al ser humano. La primera impresión que da la capilla, es su forma cuadrada, es decir, la navecilla central. Sobresale el soportal arqueado que reposa sobre dos columnas delanteras sobre dos gruesos capiteles empotrados en el muro  y tiene una pieza adosada al fondo de la nave y a la torre. La cubierta del soportal que descansa sobre una sencilla cornisa, hace de frontispicio, y como la nave, la pieza y la espadaña, de tejas son las cubiertas. También es sencillo el interior de la nave, que puede apreciarse a través de la puerta de hierro y cristales. Al fondo, un nicho arqueado y sobre un pedestal, San Roque. En el frontón de la puerta, un fresco del santo, en reposo, fatigado, y el perro atento, el pan en sus fauces. Una placa en mármol, adosada al muro señala que los moriaghesis recuerdan y honoran a los caídos en la guerra. Así comienza mi jornada, abierto el camino por San Roque, y envuelto por la historia. Eres dichoso, diría mi madre.
©VCAweg2012

1 commentaire:

  1. una descriccion perfecta me senti dentro de la capilla y tube tiempo a agradecer por tu camino y pedir por mis rodillas

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