Paese
del marmo. Lasa es marmórea y su blasón ostenta un martillo y dos cinzeles,
rojos sobre blanco y negro. Cinzel y martillo para esculpir el mármol que
hiciera grande a las cuatro letras de Lasa. El Adige atraviesa el pueblo. Desde
la ruta apreciamos la “ferrovia marmifera di Lasa”, construida en 1929. Pasamos
frente a la iglesia parroquial, seguimos el curso del Adige, atravesamos
Covelano, al sur de Silandro, donde la calzada se convierte en vía Ponte di
Legno. La región vive del cultivo de la manzana y en medio de los manzanares,
se nos aparece Cristo en su altarcillo con cubierta a caída de dos aguas. El
altar pintado de rojo vasco se alzaba entre dos surcos, un Cristo tallado en
madera, la cabeza gacha, nos acompañó durante un largo trecho y al cabo, fue
remplazado por un Cristo de Limpias, barbudo, demacrado, mirando la tarde caer
y quedar allí, solo y desamparado. Luego de casi seis kilómetros de pedaleo, llegamos
a Morter. Entre el mapa de la guía Bikeline y el GPS del lugarteniente Wakim,
se destapa una disputa donde intervienen los carabineros apostados por todos
los parajes, nadie para indicarnos cuál camino tomar! En un santiamén, tomamos
la decisión de pedalear por el camino menos escabroso, y ese camino nos llevó a
Coldrano, un caserío cuyo nombre se lo da el castillo que alberga, y que fuera
residencia de nobles durante el renacimiento. ©VCAweg2012
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