Nos
mantenemos a la izquierda del Adige, la pista parece acabada de terminar, de
una calidad excepcional, y sin posibilidad de extravíos. Otra pequeña estación
ferroviaria para un sitio de tres letras: Tel. Tel está rodeada de manzanares,
en la llanura del valle y en los flancos que lo rodean. Al llegar a la
hidroeléctrica de Tel nos vimos obligados a revisar nuestro itinerario, pues a
partir de allí había que elegir entre pedalear por la carretera vieja (Strada
Vecchia) o por la carretera del Passo dello Stelvio. Un recuerdo isleño me vino
a la memoria, aquella ruta 13 que hacía el recorrido entre el Parque de la
Fraternidad y la terminal de La Fortuna. Man, la 13! Le grité al lugarteniente
Wakim que iba a buena distancia delante de mi. Entre nosotros se había
interpuesto un bus de la línea 13 que enlaza Parcines con Merano. Para llegar a
Lagundo, no había necesidad de pasar por Parcines, de manera que enrumbamos por
el Passo dello Stelvio. La zona es rica en senderos balizados donde comparten
camino, excursionistas y bicicleteros. Cuestas y bajadas entre viñedos es el
panorama que vivimos durante la media mañana, y a tan solo cinco kilómetros y
medio de la periferia de Merano. Al borde de la carretera, otro Cristo en su
capilla caminera, y me llamó la atención que sus manos, además de clavadas a la
cruz, sostenían sendas puchas de frutos rojos. Del Passo bifurcamos a la Via
Birreria, y que sorpresa aquella la de pedalear entre cervecerías, y qué
tristeza, dejar la cerveza para el final de la tarde!. A la altura de Foresta, varios castillos se
levantan entre campos cuidadosamente cultivados. Ni idea de cómo llegamos y en
qué momento salimos de Lagundo. ©VCAweg2012
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