…por la
Vía Stazione, que nos lleva directamente a la calzada romana. En lugar de
cruzar el Adige por el puente que lleva a la estación ferroviaria, tomamos a la
izquierda por la calzada que define nuestro camino. En lo adelante bordearemos
el Adige, que corre paralelo a la autopista del Brennero y a la Claudia
Augusta. Avistado Salorno todavía, el panorama a nuestra izquierda nos regala
el macizo rocoso y el ruinoso castillo medieval al que se le conoce tanto como
di Salorno como de Haderburg, situado sobre una roca calcárea que por su
posición tuvo una gran importancia estratégica desde su emplazamiento allá por el 1000 y un poco.
Pedalear acompañados del rumor del Adige, y casi protegidos por el imponente
muro rocoso, nos deja saborear ese olor matinal que transpiran los árboles
acabados de levantar. Por estos lares, hemos dicho adiós a la provincia de
Bolzano, y pedaleando por la Pista ciclabile della Valle dell’Adige, entramos
como hacedores de la calzada romana en la Provincia Autónoma di Trento. Hay
algo en estas cinco letras que también es evocador. T R E N T O. Será por su
parecido al treinta que suena trenta cuando hablamos en modo metralleta. ©VCAweg2012
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