samedi 15 septembre 2012

Canale (Lago di Caldonazzo) Calceranica al Lago



Después de finalizada la pausa en el convento de los Padres Franciscanos, enrumbamos por la Viale Venezia. Podemos pedalear a ojos cerrados, o mejor, sin mirar la guía ni el mapa. Vamos en dirección al Caldonazzo, de manera que la opción está servida, la Vía al Lago para llegar. Llegar a Canale, en todo caso, pasar de largo. Felizmente abrimos los ojos y dell’Angi pasamos a las Naciones Unidas. Nos detuvimos frente a un monumento evocador del amor maternal, justo al frente de una iglesia de factura reciente. El campanario, una estructura abierta, vacía, sin alma el tañido llamando a los feligreses. La cubierta a dos aguas, algo chinesca. Canale es un dédalo de calles. La madre, cerrados los ojos, besa al infante. El niño sonríe sabiéndose amado. San Cristoforo, balneario chic, guardián de la rivera norte del lago. Lago azul y montes verdes. Burgadas playeras con olor estival y agujas de pinos. Bordeamos el Caldonazzo por la orilla donde se extienden Valcanover y Santa Caterina. En la otra orilla, Ischia, Campolongo, Serafini y Tenna. Y más allá el Lago di Levico. El paisaje es apacible, las últimas luces de la tarde, iluminan la mancha lacustre. Nos damos el lujo de respirar a bocanadas, los brazos en alto, el manubrio liberado de las manos. Pudiéramos pernoctar en Calceranica, pero ya hemos reservado una pensión, unos kilómetros más adelante. Calceranica al Lago, que en el dialecto del Trentino, los calceraneghi llaman Calzerànega. A la altura de la estación ferroviaria de Calceranica, dejamos la pista ciclable della Valsugana, que de seguirla nos llevaría a Tenna y al lago Levico. Por la Guido Donegani entramos a la localidad. Erguida sobre una colina, la cúpula y la torre campanario de Santa María Assunta, sobresalen delante de los montes, a esa hora brumosos. Antiquísima iglesia, mezcla del gótico y del Renacimiento, destaca por el obraje que soporta y hace mover a las campanas, del gótico; su campanario romano y su frontispicio barroco. Santa María, no solo por su posición en la colina, sino por su factura, es mucho más interesante que la iglesia de la Beata Virgen Rosario. Arquitectura religiosa modernista intentando equilibrar recursos, luz natural y concepción personal del proyectista-arquitecto. Cruzamos el torrente Mandola y pedaleamos hasta encontrar la franja roja que nos hace pensar que dejamos Calceranica, sin batracios en las medias (hago alusión a la leyenda del pueblerino que venía del lago con un calcetín llenos de ranas, y que alimenta el origen del nombre Calcenarica: calze-rane-ga) ©VCAweg2012

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire