lundi 10 septembre 2012

Ehrenberg (vuelta al pasado)


En el camino volvimos a tropezarnos a Jesús llevando a cuestas la cruz. El rostro fatigado, las manos llagadas. Vivimos en un mundo de sufrimientos, los propios, y los ajenos. El de Jesús, es tan recurrente en estos caminos, que tiende a culpabilizarnos. El camino es un sendero amarillento de piedras de cantera que nos lleva a las ruinas del Castillo de Ehrenberg (1293), à 1100 metros de altitud. Primero nos detuvimos en la ermita Ehrenberg (1480), ciento cincuenta metros más abajo. El burgo del Medioevo domina la entrada al valle, todo un conjunto de fortificaciones que junto a la fortaleza barroca Schlosskopf (1741) y el fortín Claudia (1645), se convirtieron en bastión importante de Europa Central. La visita al conjunto de Ehrenberg tenía una contrariedad, las bicicletas, que no estaban dispuestas a quedarse solas en alguna esquina solitaria de la Ermita. Dos hermosos alazanes arrastrando un carruaje de época me hicieron pensar en mi padre, que era un apasionado de los caballos. Un monje esculpido nos dijo adiós con la mano derecha mientras con la izquierda sujetaba la vara del monje caminante. ©VCAweg2012 

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