Después
de haber pedaleado apenas 300 metros, doblamos a la derecha en dirección a
Bichlbach. Fernpass es un camino vecinal tranquilo. Cruzamos el helado
Grundbach que corre buscando el lago Heiterwang, que ya dejamos atrás, como
también atrás dejamos el Lech, con sus verdeazules sublimes y la hojarasca
cubriendo sus orillas. Estamos en pleno mundo alpino, valle y montaña, campo y
campo valonado, flancos rocosos que nos miran sorprendidos. San Lorenzo es el
patrón de Bichlbach. También pequeña la localidad tirolesa. San Lorenzo preside
la heráldica con fondo de águila austriaca desplegando sus negras alas. Y San
Lorenzo es la iglesia, de talla humana y una aguja roja empinada con la cruz
patriarcal en su punta. Un banco, una botella de cerveza a medias y un hombre
entrado en años desmenuzando su soledad. Geranios colgantes en los balcones del
Landgasthof Post. Tampoco aquí pasaremos la noche. Seguimos de largo, de largo
por la tarde que ya comienza a enfriarse y nubes anunciando un chubasco
inesperado. ©VCAweg2012
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