mercredi 19 septembre 2012

Del Continental al Carlton (sigue el mal tiempo)

 


El mal tiempo nos pone una zancadilla. Amanece nublado y una llovizna, de esas que no mojan pero que empapan, nos pone en alerta. Inicialmente teníamos pensado dormir una noche aquí en Treviso, y hoy 19 comenzar a pedalear después del desayuno en dirección a Venecia, que de hecho, no está lejos. La lluvia está anunciada para todo el día. No vale la pena montar las alforjas en las bicicletas y llegar a Mestre como dos pollos mojados. Nos presentamos en la recepción del Continental y pedimos prorrogar. Imposible, no hay disponibilidad para esta noche, nos confirmó la simpática muchacha del hotel. Suplicamos. Niente di niente. Palidecimos. Recogimos las pertenencias, y preparamos el départ para las 11 de la mañana. Bajo la pertinaz llovizna, anduvimos por el barrio en busca de otro hotel, albergo o pensión, lo primero que apareciera. Y apareció ante nosotros el Carlton y sin pensarlo dos veces preguntamos si tenían disponibilidad. Dos italianas la cuarentena pasada y con cara de solteronas nos recibieron amablemente, y con la misma amabilidad, dejaron escapar, hay una habitación que tenemos que preparar, 200 euros la noche. Noooooooooooooooo, exclamamos casi al unísono, y ellas se echaron a reír. No que va, aquí termina nuestro periplo y no le pagamos eso!, les dije. Cuánto pueden?, preguntó la más segura de las dos, y el lugarteniente ni corto ni perezoso respondió: ochenta euros. Estará lista a la una, nos dijo la que parecía llamarse Silvana, y para evitar malos entendidos, y asegurar la habitación, pagamos cash como ellas querían. Fue así como descansamos una noche más en Treviso, nada más y nada menos, que en un legendario Carlton, en su jugo, como si hubiéramos retrocedido a los días de su gran esplendor, lo cual nos permitió conocer más de lo que pensábamos en una ciudad inicialmente pura etapa nocturna. ©VCAweg2012

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